Buscaba por ahí en el Diccionario de Filosofía de Rosental y me encontré (como quien no quiere la cosa) con una definición que me pareció poco común, el término era el de estética – técnica. No se realmente que tiene que ver el uno con el otro (bueno, si lo sospecho pero se me hace diferente al que el diccionario plantea).
Entre otras cosas un tanto extrañas se afirma que “Son muchos los productos de creación técnica que poseen propiedades estéticas, pues en ellos puede expresarse un contenido ideológico – emocional y pueden plasmarse rasgos de un ideal estético”. Sí, claro que estoy de acuerdo en que los objetos creados poseen caracteres ideológicos – emocionales inmersos en el autor, pero hay que decir que estos no son necesariamente el fin último de la creación, también existe la creación técnica por la creación técnica, o lo que vendría siendo lo mismo, el arte por el arte.
Más adelante se dice, “La utilidad ha de compaginarse con la belleza” y por pensamientos de este tipo obtenemos libros con una calidad literaria bastante mala, como es el caso de los Poemas Clandestinos, escrito por Roque Dalton, poemas que debieron quedarse así, clandestinos. Y aún hoy, existe una larga lista de imitadores que continúan viviendo en una especie de Generación Comprometida, no con la literatura, sino con el utilitarismo político.
Vale la pena destacar algo, dentro de la larga lista de definiciones poco aplicables al objeto estético literario, me encontré con una que sí es fundamental de tomar en cuenta: “El arte no puede prescindir de la técnica”.
Como puede verse en la misma definición, el arte no es necesariamente arte sólo por ser útil, en él intervienen también la belleza y la técnica, siendo la utilidad únicamente uno de las herramientas para la creación del objeto estético.
Entre otras cosas un tanto extrañas se afirma que “Son muchos los productos de creación técnica que poseen propiedades estéticas, pues en ellos puede expresarse un contenido ideológico – emocional y pueden plasmarse rasgos de un ideal estético”. Sí, claro que estoy de acuerdo en que los objetos creados poseen caracteres ideológicos – emocionales inmersos en el autor, pero hay que decir que estos no son necesariamente el fin último de la creación, también existe la creación técnica por la creación técnica, o lo que vendría siendo lo mismo, el arte por el arte.
Más adelante se dice, “La utilidad ha de compaginarse con la belleza” y por pensamientos de este tipo obtenemos libros con una calidad literaria bastante mala, como es el caso de los Poemas Clandestinos, escrito por Roque Dalton, poemas que debieron quedarse así, clandestinos. Y aún hoy, existe una larga lista de imitadores que continúan viviendo en una especie de Generación Comprometida, no con la literatura, sino con el utilitarismo político.
Vale la pena destacar algo, dentro de la larga lista de definiciones poco aplicables al objeto estético literario, me encontré con una que sí es fundamental de tomar en cuenta: “El arte no puede prescindir de la técnica”.
Como puede verse en la misma definición, el arte no es necesariamente arte sólo por ser útil, en él intervienen también la belleza y la técnica, siendo la utilidad únicamente uno de las herramientas para la creación del objeto estético.