miércoles, 6 de febrero de 2008

Rídícula Casa

Hay personas con las que es mejor no discutir, uno puede meterse en muchos problemas y uno no está para esas cosas, uno ya está en muchos problemas como para echarse otros más encima. Pero este año depara muchas cosas malas en la vida de uno, así que a uno le da lo mismo.

El Señor Hernández (lindo apellido por cierto) dice algo sobre la ridícula "Casa del Escritor" muy ridícula la verdad, nos dan diploma por ir a tomar coca cola con pan. Muy ridícula de veras, Krisma ya fue publicada por la DPI y por la Garúa, y algunos compañeros ya van por el buen camino de las no autopublicaciones. Muy ridícula en serio, discutimos sobre escritores burgueses que no aportan en nada a la política partidista de este país. En serio, les juro que es ridícula la Casa del Escritor, aceptan a cualquier tipo de gente sin importar de que taller, ciudad o país provengas, porque eso sí, la bendita casa muy ridícula, boba y todo lo que quieran, pero eso de excluyentes no se lo cree mi abuela.

Recuerdo cuando conocí al señor Hernández, me pareció muy buena persona (uno era joven, si me permiten la falta), su libro me pareció malo, pero no tenía nada contra él, ahora
que me llamó ridículo (perdón, llamó ridícula a la casa, no a mí, es que soy algo esquizofrénico), ya no se si quisiera volvérmelo a topar en la calle.

No se que tienen estas personas contra la ridícula Casa, pero parece que muchas personas están pendientes de lo que allí sucede. Por algo hablan (no, no voy a citar al Quijote, está demasiado citado), mejor como hice en un comentario, cito a Dagoberto Gutiérrez: "Uno vale por sus enemigos, solo el que tiene enemigos vale, el que no tiene enemigos no vale nada".

Señor Hernández, para la próxima infórmese antes de hablar, limítese a contestar lo que se le pregunta y aunque habló mal de la ridícula Casa, lo invito a llegar al taller, pero eso sí, usted lleva la gaseosa. No se le olvide, lo esperamos.

1 comentarios:

Wendy Aparicio dijo...

Así es. Yo por eso no discuto con la gente que no habla el idioma de las mariposas.

Shalom.